La introducción del juego en el entorno laboral puede ser considerada una idea inadecuada por algunos, pero hay visión que aboga por que los empresarios y directivos se unan a la revolución lúdica. Esta visión propone que al fomentar la creatividad y el juego, la confianza mutua se incrementa, el estrés se reduce y entorno impulsa la productividad y la colaboración en equipo, logrando mejores resultados.
La investigación y la experiencia personal respaldan la idea de que es posible llevar la imaginación al lugar de trabajo a través de procesos y herramientas específicas. Además, se apuesta firmemente por la inclusión y la diversidad como componentes básicos de la innovación.
Algunos de los beneficios que se pueden obtener al introducir actividades lúdicas en el espacio de trabajo incluyen:
- Mejora de la cohesión del equipo, la comunicación y la productividad en empresas de nueva creación y equipos de proyectos de gran envergadura.
- Incorporación de herramientas para la creatividad y las nuevas ideas tanto para los miembros del equipo como para los líderes.
- Actividades promovidas por el personal de recursos humanos para fortalecer los lazos entre los empleados, aliviar el estrés y aumentar el compromiso.
Unirse a la revolución lúdica implica atreverse a explorar la intersección entre la creatividad, el juego y el trabajo. Se argumenta que introducir una cultura lúdica en el lugar de trabajo es una acción de bajo coste con alto retorno: puede elevar la innovación, la productividad, el compromiso y la felicidad del equipo. A largo plazo, esto beneficia tanto el trabajo como la empresa en general.
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